Tormentas extremas más frecuentes por el calentamiento



El cambio climático hace que los fenómenos meteorológicos extremos sean cada vez más frecuentes

Fecha de Publicación
: 20/01/2014
Fuente: Día a Día
Provincia/Región: Nacional - Córdoba


Especialistas afirman que, por el cambio climático, tenemos eventos climáticos extremos más frecuentes. En diciembre y enero, Córdoba tuvo varias tormentas severas.
¿Será que las tormentas son más dañinas y peligrosas que antes? ¿Será que hay más tormentas? ¿Será que ahora nos enteramos con mayor precisión lo que sucede en otros lugares? ¿Qué será?
Los científicos afirman que el cambio climático está generando que los fenómenos meteorológicos extremos sean cada vez más frecuentes. “No es que antes no había tormentas fuertes, como sucede ahora, sino que ahora hay eventos extremos más seguidos”, afirma en diálogo con Día a Día el biólogo cordobés Federico Kopta.
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, producto de la actividad humana, viene alterando desde hace varias décadas el clima del planeta, proceso conocido como “cambio climático”. Y son la quema de combustibles fósiles y la destrucción de la vegetación natural las principales causas de tal acumulación de gases.
Por fenómenos extremos más frecuentes se entienden tanto las lluvias torrenciales como las sequías, y las olas de frío intenso como las de calor. “En la provincia de Córdoba, la precipitación de primavera-verano en las últimas décadas del Siglo XX aumentó entre un 20 y un 40 por ciento con respecto al promedio histórico”, describe (en un informe publicado en 2008) la especialista en cambio climático y doctora en ciencias biológicas Sandra Díaz, también ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2007.
Y la tendencia continúa. “Cuando quemamos combustibles fósiles, como petróleo, carbón mineral o gas natural, generamos emisiones de dióxido gigantescas, que el planeta no alcanza a ‘digerir’”, explica Kopta, y agrega: “Si sumamos a eso la deforestación, y que hay menos plantas para tomar ese dióxido de carbono, el resultado es que se incrementan los gases en la atmósfera de manera notable”.
En el informe, Díaz estima que, aunque no se puede predecir con certeza, “la tendencia es clara hacia los eventos climáticos extremos, con aumento de la temperatura media anual y aumento de las temperaturas mínimas”, así como un incremento en las precipitaciones.
Igualmente, aclara, más precipitaciones no significan mayor disponibilidad de agua, en tanto no mejoremos la capacidad de captación y retención del vital líquido por parte de las cuencas hidrográficas, algo que depende, a su vez, del uso de la tierra.
A la hora de pensar en cómo cooperar para mitigar esta situación, Kopta es concreto: “Lo más importante es ahorrar energía: todo lo que reduzca la quema de combustibles va a disminuir las emisiones de dióxido de carbono, desde una lámpara bajo consumo hasta mejorar el aislamiento térmico de la casa, para disminuir la necesidad de aires acondicionados en verano y de calefacciones en invierno”.
La última peor. El 30 de enero de 2012, Córdoba ciudad fue epicentro de un temporal con ráfagas de viento de 120 kilómetros por hora y precipitaciones intensas, que dejó el saldo de dos personas muertas por árboles caídos e importantes daños materiales.
Las estimaciones de los días posteriores afirmaban que habían caído más de 800 árboles y más de 200 postes, que se habían volado los techos de unas 50 viviendas, que se habían inundado 33 casas y que se habían registrado 16 derrumbes.
Ocho tormentones. Entre el 2 de diciembre y el 13 de enero se registraron ocho tormentas de gran envergadura en la provincia.
Muchas localidades han debido ser asistidas para poder recuperarse:
»Hernando. 29 de diciembre de 2013. Tras una jornada de intenso calor, se cumplió lo que el Servicio Meteorológico anunciaba en un comunicado de alerta por tormentas fuertes. Y en Hernando, esa localidad ubicada a 145 kilómetros de la Capital, fue epicentro de un núcleo de tormenta virulento, que registró casi 200 milímetros de agua caídos en pocas horas. Más de 200 personas debieron se evacuadas, con hasta un metro y medio de agua en sus casas, con cuantiosas pérdidas para sus dueños, que debieron luego lidiar también con el barro. Así recibió el Año Nuevo a los vecinos, entre el agua y el lodo.
»Villa del Rosario. 2 de diciembre de 2013. Fue la tormenta más intensa de la que se tenga registro, al menos en las últimas décadas, en Villa del Rosario, departamento Río Segundo. Ocurrió el 2 de diciembre pasado, y dejó como saldo dos personas muertas e innumerables daños materiales.
Hubo voladura de techos en casas y en galpones, postes y árboles caídos a mansalva, la ciudad quedó sin energía eléctrica y sin servicio telefónico durante varios días, pero los saqueos del día posterior solaparon la difusión de la triste situación de esta localidad, ubicada a 78 kilómetros de la Capital.
Las víctimas fatales fueron un joven con capacidades especiales que fue sorprendido por el temporal mientras andaba en bicicleta, y un hombre que también pereció bajo la tormenta en una zona rural. Se creó un comité de crisis para levantar a la ciudad tras la virulenta tormenta.
»Tosno. 7 de enero de 2014. Una cortina de granizo y abundante agua cayó sobre la pequeña localidad de Tosno, en el departamento Minas, provocando daños en una vivienda y en el polideportivo local. La tormenta volteó varios postes de luz, y hubo interrupción del suministro durante algunas horas en dicha localidad, habitada por 300 personas.
»Balnearia. 30 de diciembre de 2013. Cerca de las 21 de lunes 30 de diciembre, un fuerte meteoro de viento y granizo se abatió sobre la localidad de Balnearia, en el este de la provincia de Córdoba, provocando voladuras de techos, anegamientos y evacuaciones de la población. Una buena parte del pueblo se quedó sin suministro de energía eléctrica por horas.
»Alcira Gigena. 7 de diciembre de 2013. Un temporal de lluvia intensa, viento y abundante caída de granizo se registró en la localidad del sur, el 7 de diciembre. Se estima que cayeron unos 100 milímetros de agua en poco tiempo, provocando anegamientos e inundaciones, además de la interrupción del suministro de energía eléctrica.
»Villa Quillizno. 10 de enero de 2014. El segundo viernes de enero, la lluvia y el granizo golpearon en varios puntos de la provincia de Córdoba, ocasionando daños en viviendas e infraestructura. Según informó el Ministerio de Desarrollo Social, por el temporal debieron ser asistidas las localidades de Villa Quillinzo, Balnearia, Embalse, La Falda, Villa Tulumba y Sebastián Elcano, todas con graves daños.
»Las Juntas. 13 de enero de 2014. La caída de 200 milímetros de lluvia provocó una crecida sin precedentes del río Yosoro, que a su paso por el paraje Las Juntas arrasó con árboles, animales, un puente y dos vehículos, desembocando bruscamente en el dique Pisco Huasi. La creciente arrancó de raíz cientos de árboles, que luego taponaron el dique. La presión del agua socavó los paredones del muelle. No se registraron heridos.
»Río Cuarto. 8 de diciembre de 2013. El domingo, pasado el mediodía, un importante temporal de viento, lluvia y granizo azotó a Río Cuarto. Casi toda la ciudad estuvo sin luz durante varias horas, y el intendente Juan Jure decretó asueto debido a los destrozos que dejó el temporal. Un hombre murió en medio de la tormenta, a causa de un infarto, mientras intentaba escapar en su auto del fenómeno meteorológico.
El desastre de Río Cuarto fue una de las razones esgrimidas (además de los saqueos y el convulsionado clima gremial tras la protesta policial) por el Gobierno para anunciar el final anticipado del ciclo lectivo en las escuelas provinciales.
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