Más evidencias sobre la toxicidad del glifosato y van...

Nueva evidencia sobre los impactos en la salud del glifosato
Fecha de Publicación: 08/09/2013
Fuente: RAPAL - Biodiversidad en América Latina y El Caribe
Provincia/Región: Nacional


"Un nuevo estudio sobre células humanas realizado en Tailandia, muestra que el glifosato induce al crecimiento de células cancerígenas en mamas, a través de receptores de estrógeno. Incluso bajas dosis de relevancia ambiental pueden estimular la actividad estrogénica."
El glifosato es el herbicida más popular y usado en el mundo. Se aplica no sólo en chacras, sino también en plantaciones forestales, parques, espacios públicos y jardines. Es el ingrediente activo de la empresa Monsanto denominado "Roundup”. Este herbicida es usado en los cultivos genéticamente modificados, Roundup Ready construidos para ser resistentes al glifosato. Durante años, la industria ha afirmado que el glifosato es mínimamente tóxico para los humanos, pero nuevos estudios indican lo contrario.
Un nuevo estudio sobre células humanas realizado en Tailandia, muestra que el glifosato induce al crecimiento de células cancerígenas en mamas, a través de receptores de estrógeno. Incluso bajas dosis de relevancia ambiental pueden estimular la actividad estrogénica.
Además, el estudio encontró que hubo un efecto estrogénico aditivo entre glifosato y la genisteína, un fitoestrógeno de la soja. Esto es preocupante, ya que los herbicidas a base de glifosato son ampliamente utilizados en el cultivo de soja.
Otro estudio encontró que en la exposición aguda, contacto que ocurre una sola vez o durante un período de tiempo corto (hasta 14 días [en el caso de los seres humanos]), el Roundup a dosis bajas durante 30 minutos, altera las funciones reproductivas masculinas mediante la activación de células mediada por las células muertas en los testículos de rata y células de Sertoli.
Residuos de glifosato se han encontrado en los principales alimentos de la dieta occidental, compuesta principalmente por azúcar, maíz, soja y trigo.
Otro estudio presenta evidencia de que el glifosato puede alterar la flora intestinal, suprimir la clase de la enzima CYP , y probablemente poner en peligro el transporte del hierro sulfate, que se obtiene a través de los alimentos, induciendo así la enfermedad. Una de las funciones de las enzimas del CYP es desintoxicar xenobióticos (sustancias químicas extrañas que se encuentran en un organismo vivo).
Esto significa que el glifosato podría potenciar los efectos perjudiciales de los otros residuos químicos transmitidos por los alimentos y las toxinas ambientales. De acuerdo a los autores, las dolencias a las que el glifosato podría plausiblemente contribuir, son a enfermedades como, inflamación en los intestinos, obesidad, depresión, Síndrome de Atención Dispersa, Hiperactividad e Impulsividad en pacientes adultos (ADHD), autismo, enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica, esclerosis múltiple, cáncer, caquexia (pérdida casi total del apetito), infertilidad, y malformaciones del desarrollo.
Los investigadores piden más investigación independiente para validar los resultados presentados y si se verifica, a tomar medidas inmediatas para reducir drásticamente el uso de glifosato en la agricultura.

Uso del glifosato en Uruguay
Es importante resaltar que en la zafra 2011- 2012 se sembró casi un millón de hectáreas de soja transgénica en nuestro país, a la cual se aplica glifosato un par de veces durante la siembra.
Por otro lado tenemos arriba de un millón de hectáreas de eucaliptus en las cuales también se utiliza glifosato antes de plantar, durante el primer año de crecimiento y al cortarse el árbol, para eliminar los tocones. Seguramente, en un futuro cercano este millón de hectáreas de eucaliptus, se expandirá con la nueva planta de celulosa Montes del Plata.
Nada bueno se puede decir sobre el aumento de este herbicida en nuestro país, solo que la población cada día se ve más expuesta a este veneno. Aparte de ser utilizado en la soja transgénica y en los monocultivos forestales, también es utilizado en otros cultivos agrícolas.
En efecto, evidencias más que suficientes existen para eliminar esta sustancia, sin embargo solo podrá ser posible, si nuestros gobernantes apuntan a una producción diferente y reconocen que tanto trabajadores y ciudadanía en general se exponen diariamente a este veneno, directa o indirectamente, a través de alimentos producidos con este veneno.
Nuestra dieta, también está compuesta principalmente por azúcar, maíz, soja y trigo, principalmente en alimentos procesados, o sea que el veneno es parte del pan de cada día.
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