La dificil situación de la fauna mendocina

Pérdida de hábitat y caza ilegal, amenazas de las especies en extinción

Fecha de Publicación
: 27/04/2013
Fuente: Los Andes
Provincia/Región: Mendoza


El cóndor, el choique, el guanaco, la tortuga del macizo extracordillerano, la liebre mara, criolla o patagónica y el pichiciego son considerados monumento natural. Las aves suelen ser las más perseguidas.
Si bien en nuestra provincia hay progresos en la protección de la vida de los animales en general, hay varias especies que están en peligro de extinción y cualquier acción, racional y científica, cooperará para salvarlos.
Leyes, como la provincial N° 6.599, han determinado que son monumento natural, y en ese lote de representantes emblemáticos están el cóndor, el choique, el guanaco, la tortuga del macizo extracordillerano, la liebre mara, criolla o patagónica y el pichiciego.
La protección también alcanza a los lugares naturales donde permanecen. Para estos representantes del reino animal se establece la veda total y permanente de la caza, y se prohíbe su tenencia en cautiverio.
Pero, los especialistas y biólogos siguen alertando con respecto a que la pérdida de hábitat y la caza ilegal, siguen siendo la mayor amenaza de las especies en extinción o en peligro en Mendoza.
Para el profesor de Biología Hugo Asensio (42), a cargo del área de Fauna de la Dirección de Recursos Naturales Renovables (DRNR), “la pérdida de hábitat es el factor determinante, ya sea porque el suelo cambió de modalidad de uso, y un campo natural pasó a ser a un terreno sembrado o donde se instaló determinada infraestructura o se construyó. Y el animal que moraba allí ya no lo puede hacer más”.
Igualmente en la cadena de agresión figuran la costumbre de convertir en mascotas a determinados animales, especialmente aves, cazándolos ilegalmente, o produciendo tráfico, actividad también contra la ley.
En el mismo sentido, la captura de determinados animales para consumirlos, sigue arraigada y en diversas partes de la provincia se hacen verdaderas “excursiones”, que si logran sortear los operativos de vigilancia, vuelven a los hogares con kilos de carne clandestina para el consumo en los hogares.
Dentro del grupo de los mamíferos, los quirquinchos o piches, son muy codiciados y se los consume en fiestas sociales, no sólo en áreas rurales, sino también en la ciudad. Esta captura es reprobable por la condición de animales silvestres, que exige protección y no persecución.
En el mismo renglón de perjuicios están los incendios forestales.
La Secretaría de Ambiente es el organismo de proteger la vida animal. En asocio con instituciones científicas como el Conicet o las universidades o centros de investigación, tiene una política de estudio de aves, mamíferos, reptiles y anfibios.
El secretario de la cartera, Marcos Zandomeni, rescata, entre otras acciones, el Programa de Rescate y Rehabilitación de Aves Rapaces, que básicamente enfoca al águila coronada, y los lugares donde vive, el Bosque Telteca (Lavalle), y en la reserva de Ñacuñán (Santa Rosa).
Por otro lado, actúa en el medio el plan de la Fundación Bioandina del Cóndor Andino, con la que se trabaja desde 2000, con la liberación de varios ejemplares en Villavicencio.
Este año, al mes de abril se han labrado 800 actas en diversos operativos contra la caza o tenencia ilegal de animales, en los que se encontraron vivos o muertos piches o armadillos; aves, con el sietecuchillos como el más capturado, liebres mara; choiques y guanacos.
Como contracara, el chancho jabalí y la liebre de Castilla o liebre europea tienen liberada su cacería por el daño que producen en la naturaleza, de manera prioritaria el cerdo, una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.

El “estigma” de cantar
Desde Ambiente y también en Recursos Naturales se hacen campañas para crear conciencia de que los animales autóctonos no deben ser considerados mascotas, ni mantenerlos en cautiverio. Es el caso de los pájaros pequeños que padecen el “estigma” de poseer un bello canto. El que más sufre la situación es el sietecuchillos o picahueso, muy capturado para destinarlo a los patios u otros ambientes de la casa.
Las aves son de los animales que soportan mayor presión de caza y tráfico. Afortunadamente, desde 2004 se cuenta en el medio con el Centro de Recuperación de Aves, en la Refinería de YPF de Luján de Cuyo. A cargo del guardaparque Pedro Babsia, periódicamente esa reserva ecológica destruye tramperos y elementos que se utilizan en la caza furtiva.
Como contrapartida, hay cambios de conciencia que se van introduciendo lentamente en la población. A esa conducta propenden los centros observadores de aves (COA), que llevan al público a lugares silvestres para observar el vuelo de los pájaros, utilizando largavistas.
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