Barcos paraguayos arrasando los dorados

Barcos paraguayos siguen arrasando con los dorados en aguas argentinas

Fecha de Publicación: 29/07/2011
Fuente: Territorio Digital
Provincia/Región: Corrientes



Entre puerto Arazá y la isla Palma, en Ituzaingó, varias embarcaciones con unas 10 personas, armaron los espineles ilegales a la espera de que llegue el cardumen para el desove. La Prefectura dijo desconocer el hecho
Desde la década del '90 las reuniones bilaterales entre las autoridades del departamento de Ayolas, Paraguay e Ituzaingó, Argentina, fueron sucediéndose con mucha frecuencia para intentar frenar la creciente actividad ilegal de los pescadores paraguayos.
Nada resultó, a pesar de aplicarse las medidas de control sobre las precarias embarcaciones apostadas en silencio y en la oscuridad, muy cerca de la zona del vertedero de la represa. La respuesta fueron tiros. Así, los años continuaron sin control alguno hasta que llegaron incluso a organizar una cadena perfecta de extracción, traslado y posterior empaque en decenas de camionetas que partían con rumbo desconocido desde el increíble puerto de Ayolas, convertido en un matadero a cielo abierto.
La pesca furtiva de los paraguayos se concentra sobre el Paraná a lo largo del límite entre ese país y la provincia de Corrientes. Son más de 300 kilómetros de río compartido, en donde la pesca debería controlarse por igual. Pero la depredación paraguaya es constante.
La depredación es conocida tanto por las autoridades argentinas como por la Marina del lado paraguayo. Y eso parece favorecer a quienes se mueven sigilosamente. En medio de las dos fuerzas responsables de custodiar la reserva ictícola, los pescadores paraguayos se mueven libremente. Y, aunque no lo hace, sólo Paraguay podía frenarlos porque el ilícito se cometía por entonces generalmente en las aguas que están bajo la jurisdicción paraguaya. En 1997 los dos países crearon la reserva ictícola para asegurar la reproducción de los peces y compensar los daños ocasionados por la represa Yacyretá. El acuerdo nunca se cumplió.

Contacto, barcos y espineles
El último sábado, El Territorio verificó que en aguas argentinas, a 1.000 metros aguas debajo del puerto denominado Arazá y un poco aguas arriba de la isla Palma, un grupo de barcos paraguayos (compuesto por uno amarillo de gran porte y 3 lanchas con motor fuera de borda), se ocupó todo el día de montar una malla de espineles en forma de rayos de bicicletas de unos 500 metros de largo cada uno, con anzuelos cada 10 metros aproximadamente, que cubría en varias partes el riacho profundo, que tiene en total unos 600 metros de ancho y que separa la isla Apipé de las otras islas.
La operatoria se llevaba a cabo a plena luz del día y a poca distancia de un destacamento de la Prefectura Naval Argentina, ubicado al final de la isla Apipé, en el poblado denominado Vizcaíno.
En el barco, se observó que operaban unas diez personas. Todas desempeñaban distintas tareas. Quienes se desplazaban en una lancha blanca se ocupaban de colocar y encarnar los espineles. Otra de color gris iba y venía hacia una laguna interna del islote que hacía de vértice del sistema de espineles, donde obtenían carnada viva con el uso de redes. Y una tercera lancha se encontraba anclada al lado del buque insignia del operativo de depredación.
El armado de la cancha de espineles se da en aguas jurisdiccional argentinas, en épocas que la Marina Paraguaya ejerce desde principios de este año un estricto control sobre la pesca ilegal.

Cardumen de 3 kilómetros
La ubicación de la embarcación en esa zona no es casualidad, ya que en esta época llega el cardumen de dorados a la zona para desovar.
La semana pasada Gendarmería Nacional detuvo en Paso de la Patria a una camioneta que llevaba 13 dorados y al investigar de donde habían salido, el pescador indicó que había un cardumen llegando a la zona. Cruzando información con equipos de rastreo satelital (GPS) se detectó que el cardumen tenía 3 kilómetros de extensión, por lo que se dio aviso a Prefectura de Corrientes y se lo custodió hasta aguas abajo de Ituzaingó con lanchas. Pero el operativo no se pudo mantener, debido a la conflictividad de las aguas paraguayas y argentinas, que dejan zonas liberadas para que los pescadores causen un daño irreparable a la fauna ícticola.

Prefectura y la fotografía
El jefe de Operaciones, subprefecto Julio Santana, a cargo de la Prefectura Ituzaingó, dijo ayer a El Territorio que desconoce la situación ocurrida el pasado sábado en la zona de Puerto Arazá, y en ese sentido expresó que “habría que ver en qué lugar se tomó la fotografía, nosotros sólo tenemos jurisdicción en aguas argentinas, en la zona de canales, las aguas son paraguayas y no pertenecen a nuestra jurisdicción”, explicó una vez más.
El prefecto Santana aclaró además que “toda la normativa vigente en zona de Puerto Arazá la maneja Flora y Fauna, nosotros, por delegación, ejercemos eventualmente cuando hacemos control de embarcación esporádicamente, pero todo en función de Flora y Fauna”.
“Si pescaban con espineles es totalmente ilegal”, admitió Julio Santana y agregó a El Territorio que “si es pesca deportiva todo pescador tiene que tener su carné...”.

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