Alertan a Entre Ríos sobre el uso de agrotóxicos

Alertan a Entre Ríos sobre el uso intensivo de agrotóxicos

Fecha de Publicación: 22/06/2010
Fuente: Diario El Argentino
Provincia/Región: Entre Ríos



La semana pasada se dio a conocer el primer informe oficial dentro del territorio nacional que confirmó el vínculo directo entre el uso de agroquímicos y el aumento de enfermedades. Fue en la provincia de Chaco, donde una comisión conformada por el gobierno provincial analizó estadísticas en zonas de utilización intensiva de esos químicos.
Alertan a Entre Ríos sobre el uso intensivo de agrotóxicos
Los resultados confirmaron las denuncias de vecinos a lo largo del país y lo que especialistas en salud manejan por lo bajo pero no se animan a decirlo públicamente: en una década se triplicaron los casos de cáncer de niños y cuadruplicaron los nacimientos con malformaciones.
Todos esos estudios se focalizaron en la localidad de La Leonesa, cercana a Resistencia y epicentro de las denuncias por el uso de herbicidas y plaguicidas.

Monocultivo
Pues bien, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos por medio de su Sistema de Información Agrícola realizó la estimación del área cultivada, rendimientos y producción de soja por departamento en el ámbito provincial. No tan sorpresivamente, ese sondeo arrojó que Gualeguaychú fue el departamento que más soja produjo en la campaña 2009/10, con casi 490 mil toneladas. Son inherentes e intensivos a ese tipo de cultivos el endosulfan, metamidofos, picloran y clopirifos. La pregunta surge de inmediato: ¿Cuál es el verdadero impacto a la salud por utilizar estos químicos de manera intensiva en campos cercanos a casas y escuelas rurales, además de centros urbanos como Larroque, Urdinarrain, Gualeguaychú, y decenas de poblados menores?
Como era de esperar, a nivel local y regional no existen estudios oficiales que den cuenta el impacto de los agrotóxicos, a pesar de que se trata de una provincia sojera por excelencia.
No obstante, existen casos reveladores. EL ARGENTINO ya había advertido a fines del año pasado de la aparición de casos locales como el de la niña de seis años Clara Monti.
Cuando estaba en los primeros días de gestación, sus papás trabajaban en un campo de Costa Uruguay Norte y a su mamá, Carolina, le pasó un avión fumigador por encima.
La apacible vida de este matrimonio dio un vuelco de inmediato. A los pocos días del hecho, Carolina comenzó a experimentar cambios extraños en su cuerpo. Se le irritaron y despelecharon los labios. Su salud comenzó a deteriorarse pero ese sería el inicio de una odisea que en arrancaría nueve meses después, con el nacimiento de Clara.
El duro diagnóstico de los médicos no tardó en llegar. La beba salió con una anomalía en el tubo neural denominada mielomeningocele. La enfermedad se manifestó en espina bífida –sus huesos no se forman completamente, lo que dio como resultado un conducto raquídeo incompleto-.
Seis años después, los Monti apuntan sus energías a tratar de mejorar la calidad de vida de Clara, que pelea para tener una infancia como cualquier niña de su edad, aunque para lograrlo debe tomar máximos recaudos.
Realidades como la de Clara, que aún no ocupan un lugar destacado en el debate familiar ni en los medios de comunicación, se multiplica en familias que viven en zonas donde se hace abuso de agrotóxicos. Pese a que existen defensores de este tipo de productos, la misma palabra lleva en si misma la revelación: ¿Por qué se permite el uso de tóxicos, entendidos estos como substancias venenosas?
Volviendo al trascendente estudio en el Chaco, los datos parecen ser contundentes y confirman las denuncias que allí si efectivizan desde hace años los vecinos: los casos de cáncer en niños se triplicaron en La Leonesa y las malformaciones en recién nacidos aumentaron 400 por ciento en esa provincia. A tal punto es alarmante, que se producen 17 casos de malformaciones por mes, según datos oficiales.
En La Leonesa residen 10 mil habitantes, algunos de los cuales iniciaron las primeras denuncias contra al efecto sanitario de los agroquímicos utilizados en el arroz, muy similares a los que se aplican en los cultivos de soja. Ahora, los resultados del primer informe oficial revelan un incremento de patologías oncológicas infantiles, leucemias, tumores cerebrales y linfomas en los últimos ocho años.
Mientras que en el período 1990-1999 se registró un promedio de 0,2 casos por año (1 caso cada 60 meses), en el período 2000-2009 se contabilizaron 0,6 casos por año (1 caso cada 20 meses). Sobre esta problemática, el relevamiento y los especialistas concuerdan que los casos se incrementaron por encima de lo esperado.
En este contexto, la media mundial de cáncer en menores de 15 años es de 12-14 casos cada 100 mil niños. Los datos oficiales de Chaco muestran que en La Leonesa el registro trepa a 20,2.

Una cuestión de percepción
Como suele suceder en el resto del territorio argentino, los médicos hablan de una multicausalidad en la irrupción de casos de cáncer. No obstante, también admiten que creció proporcionalmente a la expansión de la frontera agrícola, que tuvo su punto de inflexión en la cosecha 1996/07.
En ese año la Argentina, y más especialmente Entre Ríos se convirtió en una de las provincias sojeras por excelencia. Pero, pese a ser pionera en la incorporación de soja transgénica y en el uso de agrotóxicos, la Provincia no encomendó estudios oficiales que corroboren la inmediata relación entre la utilización de los mismos y sus efectos en la salud. Lo que si comienzan a irrumpir de a poco en los juzgados son numerosas denuncias de particulares. Para ilustrar, hace unos años atrás las autoridades del hospital San miguel de San Salvador elevaron una advertencia a las autoridades de salud ante la aparición de numerosos abortos espontáneos y el incremento de casos de cáncer. Los denunciantes creen que los hechos referidos estarían vinculados al uso indiscriminado de agroquímicos. Al no haber precisiones científicas, las presentaciones judiciales solo pueden ser calificadas de sospechas. Sin embargo, los médicos saben que con la expansión de la soja y, por ende, del glifosato, aumentaron considerablemente las consultas médicas.
Dada esta realidad, cada vez más especialistas entienden que debe ser muy tenida en cuenta la percepción de la comunidad sobre el tema, dados los estudios de investigación básica que evidencian la toxicidad de agroquímicos como el endusolfan, que se suman a investigaciones como las dadas a conocer en Chaco.
Aunque dentro del territorio ya hay empresas que están pensando en discontinuar el endusolfan desde fines de 2010, otras firmas lo siguen utilizando, simplemente porque la normativa argentina lo permite, más allá de que este tipo de productos fueron vedados en más de cien países. “Debe prevalecer la percepción de los habitantes y la prevención hasta tanto sean esclarecidas las relaciones de causalidad, la escala en la cual se utilizan los tóxicos y la incidencia sobre varias patologías”, explicaron los expertos en salud.
Es que en época de fumigaciones, crecen las visitas de pacientes con reacciones en la piel, los ojos y la garganta.
Beatriz Nicolini es pediatra, trabaja desde hace 25 años con pacientes oncológicos, integra la Comisión oficial y confiesa que, “a pesar de la magnitud de las cifras”, no le asombraron los datos. “Hace tiempo que vemos cómo se multiplican los chiquitos con cáncer. Pareciera no detenerse. Y, aunque no hay una sola causa de ese incremento, los casos aumentaron al mismo tiempo que aumentaba el uso de agroquímicos, ya sea en arroceras o soja”, explica y detalla que sobresalen los casos de leucemia, seguidos por tumores cerebrales y linfomas, según publicó el portal Chaco día por día.

Riesgo y controles por fumigaciones
En el marco de una reunión en Rosario, la Federación Entrerriana de Transporte Automotor de Cargas (FETAC) decidió pedir a los gobernadores de la Región Centro mas controles ante la muerte de otro chofer, aparentemente producto de las fumigaciones .
“El tema ya lo empezó la gente de Fetra hace un tiempo, cuando ocurrieron las primeras muertes. Ya en dos años van seis”, contó Hermes Ludi, presidente de esa Federación.
En ese momento “se hizo un pedido de amparo y tomó intervención Procuraduría de la Nación porque corresponde a la Justicia Federal”, precisó.
Concretamente, asocian las muertes “no con lo que se transporta sino con la fumigación. Inclusive alguien contó en la reunión que en la última muerte se efectuó el traslado del cadáver con una rapidez inusitada, sin hacer una autopsia ni averiguar un poco la causa del deceso”, relató el titular de la Federación.
Por eso “ahora se acordó hacer un reclamo general a las tres provincias y ver como sigue esto para evitar muertes futuras”. Además, “si no hay muertes las consecuencias de estar al lado de estos gases trae otras secuelas”, aclaró, en referencia a la utilización en las cargas de pastillas de fosfuro de aluminio.
Por eso, pedirán al gobernador “que intervengan en un control más estricto y que se pida a los acopiadores y a todos los que intervienen en la cadena de comercialización que la fumigada se haga antes o después de que haya un espacio físico donde se pueda hacer, nunca más arriba del camión”, consignó el dirigente.

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