Romina no hacía ecología de gastos

Romina no hacía ecología de gastos

Fecha de Publicación: 05/06/2009
Fuente: Crítica Digital
Provincia/Región: Nacional


La Justicia detectó presuntas irregularidades en rendimientos de gastos relacionados con la “conservación del loro hablador”, entre otros planes. Incluían facturaciones injustificadas y gran cantidad de gastos superfluos.
La justicia federal está a punto de darle malas noticias a la ex secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable Romina Picolotti. Los peritos contables de la Corte Suprema terminaron de procesar los comprobantes de gastos durante la gestión de Picolotti y encontraron decenas de recibos que no se aplicaban a los programas ambientales. La ex funcionaria está siendo investigada desde 2007 por el supuesto uso sin control de fondos públicos a través de una fundación llamada ArgenInta. En la misma causa también está involucrado el ex intendente de Córdoba y candidato en las próximas elecciones Luis Juez.
La investigación –que está a cargo del fiscal Guillermo Marijuán– se concentró en diez acuerdos entre la secretaría y la fundación a la que se derivó dinero para destinos específicos. En el primer lugar de la lista está el proyecto Elé, cuyo objetivo principal era conservar la especie “loro hablador”. Con ese fin, se asignaron tres partidas que alcanzan los 200 mil pesos. Con la información que recolectó en el allanamiento a ArgenInta, el fiscal envió a los peritos los rendimientos de gastos de estos programas. En el caso del “loro hablador”, hay de todo: facturas de $ 7.500 a una persona de nombre Juan Agustín Aguirre sin el detalle de cuáles fueron sus servicios, órdenes de pago por insumos, viáticos, almuerzos, combustibles, comunicaciones y mantenimiento de autos sin especificar los motivos. En otro proyecto, llamado Nutria, el esquema es similar. Se asignaron partidas por 290 mil pesos que incluyen gastos como la factura 442, del taller mecánico “RG” por reparación de un vehículo que no está identificado en ningún lado.
A lo largo del peritaje, se repiten los gastos inexplicables: en el proyecto Tupinambis, para la preservación de iguanas, figura un almuerzo para tres en la rotisería ¿Y hoy qué Comemos?, un ticket de supermercados Carrefour por siete sidras premium, mantecol con nueces, cinco botellas de champagne, dos de vino tinto, turrones y pan dulce por $543. En ese listado aparece también un servicio de lavandería de 5àSec y varios tickets de Lava Autos Mosconi. En los rendimientos de los demás acuerdos hay almuerzos en Sushi Club, regalos de cumpleaños y hasta la compra de El Principito en la librería El Ateneo.
El expediente contra Picolotti comenzó por una investigación periodística publicada en el diario Clarín que revelaba contrataciones muy bien pagas a parientes y amigos, gastos sin control en compras de camionetas 4x4 y muebles para oficinas, alquiler de aviones privados, entre otras actividades sospechosas a través del convenio con ArgenInta.
Con el avance de la causa, se sumaron otras anomalías: la más importante siguió la pista de un giro de $ 650.000 otorgado por Picolotti a la intendencia de Córdoba, su ciudad de origen, cuando estaba manejada por Luis Juez. El objetivo de ese dinero era jerarquizar el área de Ambiente municipal. Sin embargo, según el expediente, ese dinero no habría tenido el destino pautado. En los papeles analizados por los peritos consta que los comprobantes de una de las partidas fueron rendidos con facturas de globos, escarapelas, mil plantas aromáticas y pauta publicitaria. Los abogados de Juez dijeron a este diario que cada uno de esos gastos fue aprobado por la jefatura de Gabinete de la Nación.
Fuente judiciales reconocieron que los dos ex funcionarios están muy cerca de ser llamados a indagatoria.

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