Contaminación en Quilmes

Denuncian problemas de salud por contaminación en Quilmes

Fecha de Publicación: 27/01/2009
Fuente: Clarín
Provincia/Región: Buenos Aires


Allí hubo una pérdida de hidrocarburos. En YPF aseguran que los niveles no son peligrosos.
Agustina tiene 2 años y ya sufrió cuatro internaciones por dermatitis grave. Tiene anemia y toma antibióticos prácticamente desde que nació. Vive con su mamá Giselle de 18, su papá y su hermanito menor, Daniel en el humilde barrio de la Ribera de Quilmes. Si bien tienen agua corriente, cuentan que cuando llueve el nivel de las napas sube y el agua sale oscura, intomable.
La de Agustina es la situación que viven las familias de unas 30 manzanas donde además se registraron casos de malformaciones, afecciones respiratorias y cáncer. Según dicen, los problemas sanitarios comenzaron en 1988 por la pérdida de hidrocarburos de un conducto de la empresa YPF. Días atrás, el Municipio de Quilmes volvió a declarar la emergencia ambiental en la zona, ubicada entre la Autopista y el Río de la Plata, y delimitada por las calles Otamendi, Ortiz de Ocampo, Yoldi y 76.
Los vecinos reclaman asistencia médica, que se recupere la tierra contaminada y la reubicación de las familias que lo necesiten. Allí, hace 20 años se produjeron derrames de combustible a raíz de una conexión clandestina en el poliducto Ensenada-Dock Sud que se habría realizado con fines de robo. En ese entonces la compañía YPF intentó una reparación. La filtración habría superado los 300.000 litros de hidrocarburos.
En 2002 la situación se agravó porque subió el nivel de las napas freáticas y aparecieron las primeras manchas de combustible en la superficie, lo que afectó los pozos de agua. Dos años después se declaró la emergencia ambiental que venció en 2007. Desde entonces, la empresa YPF brindó sistemas de agua potable sólo para algunas familias, reubicó a otras e instaló una planta de remediación para extraer el combustible de la tierra. Pero actualmente ese equipo no trabaja: los vecinos impiden su funcionamiento por la contaminación sonora y del aire que provoca al liberar los gases.
Diana Hurtado vive hace 27 años en la Ribera de Quilmes, tiene 7 hijos, tres de ellos con patologías graves que afectan la piel, el sistema inmunológico y tumores. Cuenta que tanto a ella como a una de sus hijas les detectaron benceno en sangre, un compuesto cancerígeno que podría derivar de algunos combustibles. Hurtado encabeza la Mesa de Seguimiento y Control que representa a los vecinos de la zona: "Las filtraciones de hidrocarburos continúan y aún hay rajaduras en algunos caños", asegura.
Desde YPF, niegan esto último y afirman que la cantidad de hidrocarburo hallado desde que se inició la remediación de las tierras no es lo suficientemente peligrosa como para afectar la salud de los vecinos. Y atribuyen los problemas sanitarios a la precariedad de las condiciones en que viven.
La semana pasada funcionarios municipales se reunieron con directivos de la petrolera y le exigieron un informe actualizado de la situación en la zona. Mientras, y desde hace 20 años, los casos de enfermedades no cesan y los vecinos esperan soluciones.

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